Deambulábamos entre las tumbas recitando un poema de Verlaine:
"En el viejo parque solitario y helado, dos espectros evocaron el pasado".
Sentados en las ramas de un nogal, varios lobos nos miraban y parecían recitar con nosotros:
¿Te recuerda nuestro éxtasis de antaño?-preguntaba uno.
¿Y porque quieres que lo recuerde hogaño?- contestaba el otro.
- Y sólo se interrumpían para reír a carcajadas.